El río Saale determina parte de la frontera natural entre las regiones de Turingia y Babiera. Para salvar el valle, se encargó en 1936 a Fritz Limper el proyecto de un viaducto, dando continuidad a las calzadas entre las dos orillas. Se trata de un viaducto doble isostático de hormigón, compuesto por arcos de medio punto con paramentos cubiertos con mampostería sobre los cuales descansan sendas calzadas de 9 m de ancho. Este viaducto es conocido como Rudolphstein Saalebrücke o Puente de la Unidad Alemana.
Figura 1. Imagen histórica del Puente de la Unidad Alemana. Fuente: Wikipedia
Figura 2. Vista del viaducto parcialmente destruido. Fuente: Reiseberichte.de
A principios de los 90, no sólo el tráfico de la autopista no paraba de crecer, sino que también el diseño geométrico de la infraestructura quedaba obsoleto para los estándares actuales de explotación y seguridad vial. El Gobierno Alemán se embarcó en un ambicioso plan de actualización y mejora de aquellas autopistas construidas en el Periodo de Entreguerras, en el que todavía sigue inmerso con el acondicionamiento de otros tramos de su amplia red. Se podría considerar de hecho que el Plan de Acondicionamiento de las Autovías de Primera Generación en España está, salvando las distancias, inspirado en el alemán.
Los estudios de tráfico determinaron que en el tramo que une las regiones de Baviera y Turingia, la sección transversal debía contar con 3 carriles por sentido, con lo que se hacía necesario desdoblar el viaducto. Así, entre abril de 1994 y abril de 1996, se dispuso un tercer viaducto en paralelo a los dos históricos. Mientras que la obra antigua soporta toda ella una sola calzada, la nueva soporta la otra. La nueva obra en hormigón pretensado concebida con un sobresaliente sentido estético no sólo no desentona sino que también permite apreciar la elegancia del antiguo viaducto. Los nuevos pilares colocados en línea con los antiguos soportan un esbeltísimo tablero con sobriedad, imitando las formas anexas sin ensombrecerlas.
Figura 3. Vista actual del viaducto reconstruido y el nuevo viaducto paralelo. Fuente: Panoramio
Sin duda esta obra constituye un icono de la unidad de un país donde 26 años después de la reunificación una parte de la población aún duda de la conveniencia de caminar de la mano.
Interesante aportación. La verdad es que el puente nuevo está genial, aunque le sobra un poco de cemento...
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